Lunes, 18 de noviembre. Fuera hace un frío neblinoso que invita a quedarse en casa tomando una taza de café. Mientras miro los nubarrones desde mi cuarto, repaso las preguntas que tengo preparadas. A las once en punto cojo el teléfono y llamo a Carles Pont Sorribes. Es doctor en Comunicación Social y profesor agregado en la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona, donde imparte las asignaturas Comunicación y Política, Los discursos políticos y la opinión pública y Comunicación y opinión pública.
¿Cuáles son las claves para la comunicación entre políticos y ciudadanos?
Bueno, fundamentalmente la voluntad de llegar. Esto es muy fácil de decir y muy difícil de hacer. ¿Cómo llega un político a un ciudadano? Pues mediante los mass-media; generalmente son los grandes medios los que permiten que el ciudadano pueda recibir el mensaje. Este mensaje, ¿cómo tiene que ser? Bueno, tiene que tener un relato. ¿Y cómo es esto del relato? Pues el relato es, fundamentalmente, que una idea, un mensaje, una estrategia, pueda llegar, pueda impactar; cuanto más, mejor para crear un clima de opinión concreto en un número de ciudadanos concretos.
¿Estos canales de comunicación son las redes? Ocupan mucho peso dentro de la comunicación política.
No sólo son las redes. Son los medios de comunicación tradicionales, son los líderes de opinión, que pueden ser, desde un familiar o un amigo, hasta el presentador de televisión. Es decir, que hay muchos «impactos» que ayudan a conformar lo que podemos denominar un «clima de opinión» concreto. Las redes, evidentemente, también.
El relato es que una idea pueda llegar, pueda impactar.
¿Suponen, entonces, un cambio en la forma de la comunicación política, o funcionan simplemente como un suplemento más?
Yo diría que lo que hace bien la comunicación política, lo que hace bien la política, es adaptarse a los medios nuevos que salen. En este caso son plataformas, ¿vale? Porque no son medios. Entonces, lo que intenta hacer la política – desde siempre – es saltarse el filtro de los medios. ¿Qué quiere decir esto? Todo periodista, todo medio, ejerce un filtro. Tiene un frame. El framing es el marco conceptual desde donde se opera, desde donde cada medio intenta situar su ideología. Es decir, cada medio da un frame concreto a un tema. Frame quiere decir marco en inglés; el frame es el marco a través del cual los medios de comunicación «enmarcan», nunca mejor dicho, un tema concreto. No es lo mismo que un diario de derechas hable de una ley del aborto, a que lo haga un diario de izquierdas, ¿verdad?
Ahá.
Lo van a ver de formas diferentes. Esto te lo decía porque las redes sociales continúan ejerciendo un papel importante para saltarse este filtro, este frame que cada medio pone. Por ejemplo, ahora VOX vemos claramente que nos dice: «Yo no quiero que vengan periodistas a mis ruedas de prensa, yo ya me comunico directamente con los ciudadanos sin medios». Lo que quieren ellos es saltarse este filtro que ejercen los medios, porque, según ellos, les distorsiona el mensaje. Entonces, la red social – la que sea; Facebook, Twitter, Instagram, Snapchat – lo que permite es comunicarte directamente con el ciudadano sin tener que pasar por los medios de comunicación. ¿Qué problema tiene? Que tú tienes un número de seguidores, entonces, ¿es un medio de comunicación de masas, la red social? La respuesta es no. Se crea una burbuja de gente que te sigue, es muy difícil llegar a otros públicos mediante la red social.
O sea, que el público está más acotado a través de la red social.
Efectivamente.
Lo que hace bien la comunicación política es adaptarse bien a los medios nuevos que salen.
Precisamente quería preguntarle sobre VOX. ¿Piensa que las redes han servido como caldo de cultivo? Que hayan sido determinantes a la hora de conseguirles votos.
Yo diría que no. Yo diría que las redes sociales han ayudado a VOX a comunicarse con los suyos, pero no han sido ni mucho menos determinantes. ¿Han contribuido? Sí, pero no han sido determinantes.
¿Puede la comunicación vía redes sociales perjudicar a los políticos?
Claro, también. Porque, de hecho, lo que hacen muchos políticos, sobre todo a través de Twitter – verás el ejemplo del presidente Trump –, es que intentan comunicar ellos directamente. Y muchas veces no tienen en cuenta el relato que se ha conformado desde la estrategia en comunicación del partido político, o del jefe de gabinete. Entonces, ¿qué genera esto? Genera distorsiones, o distorsiona, para entendernos, el relato del partido político o del jefe, o del mandatario, mejor dicho.
¿Y a los ciudadanos?
No tiene por qué. Sí, podría. Más que perjudicar, así, en abstracto, lo que puede hacer es que la política se polarice más. ¿Por qué? Porque el mensaje es más simple, luego la política hecha a través de redes sociales lo que está haciendo es simplificar el mensaje, polarizar el mensaje, etcétera. Te acordarás del tweet de Donald Trump con Kim Jong-Un, el mandatario de Corea del Norte, que le hablaba de la medida de los botones. Quién tenía el botón nuclear más grande. ¿Te acuerdas, de hace un año y pico?
Sí, lo recuerdo.
Bueno, pues eso no es bueno, digamos (ríe). Se puede desencadenar una guerra nuclear por esa irresponsabilidad, ¿no? De irse mandando tweets, no sé si me explico.
Sí, sí.
Entonces, claramente esta es una idea que no es interesante. Pero, ¿puede perjudicar directamente a los ciudadanos? Hombre, yo tampoco lo diría.
Para finalizar: ¿piensa que quien domina la comunicación, domina la política?
Evidentemente. Es que la comunicación es consustancial de la política. Si no hay comunicación, no hay política. Es importantísimo. Tú conoces a los políticos gracias a los medios de comunicación, por tanto, los medios son fundamentales. Pero también lo es la comunicación de la propia política. Es decir, de alguna forma, sin políticas comunicativas, no hay políticas. Si tú no tienes una política de comunicación, muy difícilmente vas a poder hacer política. ¿Me explico?
Claro, porque la política trata de llegar a cuanta más gente mejor, y para eso tienes que saber comunicar.
Justo. Justo eso.
Hablando en Votos 